jueves, 12 de febrero de 2015
Virus, bacterias y hongos, los pasajeros invisibles del metro
Arriba, abajo, a ambos lado y encima nuestro. No pagan boleto y ni siquiera los vemos, pero viajan en el subte. Virus, bacterias y hongos flotan en el aire y viven en pasamanos, asientos, puertas y ventanillas. Un relevamiento realizado en el metro de Nueva York encontró más de 600 tipos de microbios -incluso fragmentos de ADN asociados con el ántrax y la peste bubónica- la mitad de ellos no pudo ser identificado, lo que muestra la enorme variedad de especies aún desconocidas que pueblan las grandes ciudades.
El estudio fue realizado por profesores y estudiantes de la Universidad de Cornell que durante 17 meses recorrieron las 466 estaciones de las 24 líneas que conectan la Gran Manzana. Armados con hisopos, tomaron muestras en bancos, barandas, tachos de basura y kioscos que, a diario, utilizan cinco millones de usuarios. "Al mirar los pasamanos, la gente no piensa que allí hierve la vida, pero después de este estudio puede que sí lo hagan", comentó en diálogo con The New York Times el director del trabajo, Christopher Mason, profesor asistente en el Departamento de Fisiología y Biofísica de Cornell.
La idea de desarrollar un "mapa de patógenos" - conocido como un PathoMap- lo asaltó un día que llevó a su hija a la guardería y observó cómo intercambiaba los juguetes con los otros chicos y se los metía en la boca. "No pude evitar pensar cuánto intercambio había y de qué tipo", contó. A raíz de eso, se le ocurrió que un lugar donde se da una cercanía similar es el subterráneo.
Los hallazgos PathoMap son, en líneas generales, tranquilizadores. No hay necesidad de evitar ese medio de transporte ni subir con guantes protectores, afirmó Mason. Es que la mayoría de las bacterias encontradas no causan enfermedades. "Nuestros datos muestran que la mayoría de las bacterias en estos medios de transporte muy concurridos son neutrales para la salud humana. Muchas se encuentran de hecho en la piel o en el intestino del ser humano", sostuvo el científico y agregó: "Incluso pueden ser útiles para el sistema inmunitario".
Según el mapa de patógenos, la mayor variedad de microbios se concentra en la zona del Bronx, seguida por Brooklyn, Manhattan, Queens y Staten Island. "Construimos mapas que detallan qué organismos están presentes en cada zona de la ciudad, creando un retrato molecular de la metrópoli", apuntó Cem Meydan, coautor del trabajo.
Alrededor de la mitad de las secuencias de ADN recogidas no pudo ser identificado. Son organismos con los que los usuarios del subte conviven a diario, pero que hasta el momento no habían sido descubiertos ni clasificados. Los resultados revelan el enorme potencial que todavía se encuentra abierto a la exploración científica.
Los organismos más encontrados (46,9 %) fueron bacterias. De las conocidas, la mayoría (57%) no se asocia con la enfermedad humana, mientras que alrededor del 31% representa riesgos para lasalud de poblaciones vulnerables (como inmunocomprometidos o heridos). Sólo el 12% restante tiene algunas pruebas de patogenicidad para la población en general.
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