viernes, 24 de octubre de 2014

El futuro de las células madre

"La sociedad quiere que todo pase inmediatamente, de hoy para mañana, y a veces nos equivocamos por nuestro optimismo". Juan Carlos Izpisúa es uno de los científicos que está en la vanguardia de la vanguardia, galopando a uña de caballo hacia soluciones basadas en el uso de las células madre para dar con la cura de las enfermedades más atroces. Sin embargo, reconoce que está "muy lejos" de la meta. La investigación con las células madre está poniendo encima de la mesa soluciones para el cáncer, el párkinson, la ceguera, la diabetes, el sida, los ictus y trasplantes de todo tipo de órganos. Y tanto Izpisúa como muchos de sus colegas creen que llegaremos a ver cómo se materializan. Pero reconocen que en la mayoría de los casos todavía queda mucho camino por recorrer y muchos obstáculos por sortear.
De momento, se han conseguido grandes avances, tangibles y espectaculares, en humanos: por ejemplo, hace unos días se daba a conocer un ensayo pionero que había ayudado a recuperar la vista a un grupo de personas con daños en la retina. Pero son logros que deben ponerse en perspectiva. "Es el primer ensayo y estamos todavía lejos. Es importante visualizarlo: el tejido que estamos generando in vitro es una placa petri en la que añadimos cosas, un cóctel de ensayo y error, no tiene nada que ver con el embrión que está en un nicho muy especializado. Nosotros, ciegos, añadimos cosas al azar. Lo que conseguimos son células parecidas pero no maduras, les falta ser totalmente funcionales", reconoce Izpisúa.
 Izpisúa trabaja en paralelo con nuevas técnicas en el Instituto Salk, con células madre animales de las que obtiene tejidos humanos y averiguando cómo las salamandras consiguen reemplazar miembros amputados. "Estamos en fase de prueba y error. Nos puede tocar la lotería mañana o no tocarnos nunca. Yo confío en la capacidad científica y que eso terminará ocurriendo: como en un reloj de arena, la arena sigue cayendo, en muchos laboratorios, y la aportación del conocimiento de todos ayudará a que eso ocurra antes que después", asegura. Y reconoce que, ahora, se plantean nuevos dilemas éticos. Ahora que ya no es necesario destruir embriones para investigar en células madre, surgen otros debates como crear órganos humanos en embriones de cerdo o la manipulación del genoma humano para hacer frente a determinadas enfermedades.
En cualquier caso, y a pesar de las dudas, todos los científicos consultados se muestran convencidos de que se superarán estos obstáculos y otros futuros que vuelvan a interponerse en el camino. Izpisúa cree que "todo avanza tan rápido que puede ser mañana, pero también dentro de diez años". "Estamos lejos, pero no es un mensaje pesimista", explica Manuel Serrano. "Hoy en los hospitales se usan tratamientos que se estaban desarrollando hace 15 años, es su ritmo natural. Y dentro de un tiempo algo de todo esto estará también en los hospitales y se ofrecerá de forma rutinaria", asegura. "Llegará, eso es seguro".

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