Aunque el avance de los tratamientos frente al cáncer es indudable, todavía en muchos casos se trabaja siguiendo el esquema de prueba y error. Esto podría cambiar radicalmente en menos de diez años, según ha adelantado el investigador del MIT y padre de la nanotecnología Robert Langer, que acaba de participar en un encuentro sobre terapias innovadoras en oncología organizado por la Fundación Ramón Areces en Madrid. El hallazgo, en fase de desarrollo, consiste en una nanopartícula de apenas ocho micras que está compuesta por entre 30 y 50 pocillos en los que se disponen cantidades mínimas de los medicamentos que los oncólogos sospechan que podrían funcionar en un determinado tipo de tumor.
La nanopartícula se insertaría bajo la piel, en un procedimiento tan sencillo como una biopsia y viajaría hasta el tumor, para volver después al lugar de la inserción, donde volvería a ser extraída e insertada en una máquina que "leería" la respuesta del tumor a los distintos fármacos.
La ventaja de este procedimiento que, podría estar en la práctica clínica en "entre cinco y diez años" sería que se evitaría probar los fármacos con sus dosis completas y su consecuente toxicidad. El dispositivo, además, serviría para todo tipo de tratamientos oncológicos, desde los biológicos hasta la quimioterapia.
Más información: http://www.elmundo.es/salud/2014/10/16/543eb50bca47412c1f8b4574.html
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